PROTEGIENDO A LA SIGUIENTE GENERACIÓN DE RUSIA
Recientemente, en el oeste de Rusia, un psicólogo entró en un salón de clases, y ordenó a los estudiantes a dibujar un cuadro de un hombre. Entonces llamó a los padres de familia para entregarles los “resultados”. Una madre, cuyo hijo dibujo un cuadro “incorrectamente”, fue presionada para mover a su hijo a una clase para estudiantes con discapacidades.
El psicólogo que llevo a cabo esa proeza no tenía ninguna autoridad legal para hacerlo, pero un proyecto de ley que casi se deslizó desapercibido a través del Parlamento le habría permitido hacer eso y mucho más, por no haber sido por la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos Rusia.
El proyecto de ley, llamados eufemísticamente “Sobre ayuda psicológica a la población de la Federación Rusa”, fue presentado en junio de 2014 y ofrecía “terapia mental gratis” a los niños de Rusia.
Traducción: darle a los psicólogos rienda suelta para monitorear y hacer pruebas a estudiantes de nivel primaria, secundaria y preparatoria sin consentimiento paterno.
Tales proyecciones a su vez producen evaluaciones psiquiátricas, 98% de las cuales llevan al niño al uso de drogas dañinas para el cerebro o peor. Además, en el caso de Rusia Occidental, el proyecto de ley obligaba a los psiquiatras a compartir los registros psiquiátricos “confidenciales” del niño con imposición de la ley.
En consecuencia, basado en una breve entrevista con un psicólogo; y en respuesta a preguntas como: “¿te sientes azul algunas veces?”, a los niños se les podría enviar a centros correccionales, internados o removidos de sus hogares y familias “para su propio bien”.
CCHR Rusia no aceptaba nada de esto y se puso a trabajar de inmediato
“Nuestro trabajo ayudó a salvar a varios cientos de miles de niños de pruebas obligatorias psiquiátricas y el drogado”.
El equipo hizo su primer movimiento: un análisis jurídico detallado del proyecto de ley, que enviaron directamente a los miembros del Parlamento y el autor del proyecto de ley.
Como siguiente paso, se dirigieron a los medios de comunicación, distribuyendo una crítica del proyecto de ley a más de 1 100 puntos en todo el país, llegando a miles de personas dando como resultado la cobertura televisiva.
Para flanquear su trabajo con educación amplia, el equipo abarco a Rusia con un envío por correo de documentales de CCHR a las escuelas y maestros. El Marketing de la Locura era la película de elección, que proyecta el sistema perverso de etiquetar y drogar que sustenta a toda la industria psiquiátrica.
El Presidente de CCHR Rusia Tatyana Malchikova creó entonces una petición en linea titulada Protejan los derechos de los padres La petición describía las destructivas ramificaciones de la legislación y se dirigía a la presidenta del Comité responsable de revisar el proyecto de ley. La petición pronto se volvió viral, reuniendo 1 848 firmas.
Además, padres alarmados y ciudadanos comenzaron a escribir cartas personales al Parlamento exigiendo que el proyecto de ley se detuviera a toda costa.
La victoria del equipo inicial llegó a mediados de octubre. Después de recibir el análisis legal de CCHR, un ejecutivo en el Ministerio de Protección de la Salud escribió que ella estaba de su lado y propondría una enmienda a la ley para proteger los derechos de las familias y los niños.
Esa fue la primera de numerosas cartas, cada una dándole las gracias a CCHR por su trabajo y expresando acuerdo con el análisis.
“La rueda de la reforma se ha activado”, dijo Malchikova. “No podía detenerse”.
Su metáfora penetro, ya que en un periodo de cuatro días, 14 de los autores del proyecto de ley retiraron sus firmas de la ley. Para el 8 de diciembre, el proyecto de ley estaba muerto.
Malchikova se enorgullece del triunfo en nombre de la siguiente generación de Rusia. Ella lo ve mas que sólo un triunfo legal.
“Nuestro trabajo ayudó a salvar a varios cientos de miles de niños de examinación psiquiátrica obligatoria y el drogado”, dijo ella.
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