La teoría del desequilibrio químico queda expuesta como pseudociencia
Un estudio histórico demuestra que la teoría de que el “desequilibrio químico causa la depresión” es científicamente carente de sentido, que ha engañado a los consumidores, mientras que ha impulsado las ventas de antidepresivos hasta los
Las teorías falsas no son nada nuevo. Hubo un tiempo en que la gente estaba convencida de que la Tierra era plana. La sangría fue un tratamiento médico recomendado durante miles de años y se utilizó como “cura” la noche en que murió el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington.
De manera similar, la teoría del “desequilibrio químico”, popularizada por la industria psiquiátrica-farmacéutica en la década de 1980, acaba de ser añadida al montón de tonterías científicas desacreditadas. Sin embargo, esta misma teoría fue usada por las compañías farmacéuticas para embolsarse
Un estudio histórico realizado por investigadores del University College de Londres (publicado en Molecular Psychiatry) revisó 17 estudios importantes llevados a cabo a lo largo de varias décadas. No encontró ninguna evidencia convincente que respaldara la teoría.
“La popularidad de la teoría del ‘desequilibrio químico’ ha coincidido con un enorme aumento en el uso de antidepresivos”, dijo la autora principal del estudio, la profesora Joanna Moncrieff.
La estafa del “desequilibrio químico” se convirtió en un elemento clave de la mayor campaña de marketing de atención de salud mental de la historia. A pesar de no tener ni un ápice de validez científica, este mito fue promovido por psiquiatras que prescribieron grandes cantidades de antidepresivos, como Citalopram (Celexa), Escitalopram (Lexapro), Fluoxetina (Prozac), Paroxetina (Paxil) y Sertralina (Zoloft).
“La teoría del ‘desequilibrio químico’ siempre ha sido nada más que una campaña de marketing sin base científica”.
El éxito inicial del Prozac allanó el camino para muchos otros antidepresivos dañinos. Cuando se lanzó, los profesionales de la psiquiatría y la medicina aclamaron a Prozac como la próxima “revolución en el tratamiento de la salud mental”. Comercializado en más de 90 países, solo en el 2016 el Prozac “trató” a más de 100 millones de personas por un desequilibrio químico inexistente. Estados Unidos es, con diferencia, el mayor mercado.
“45 millones de estadounidenses de todas las edades toman antidepresivos, de los cuales 2,1 millones tienen entre 0 y 17 años”, dice Jan Eastgate, presidenta de la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional (CCHR), una organización sin fines de lucro que ha estado exponiendo la falacia de la teoría del “desequilibrio químico” durante más de 30 años.
Los devastadores efectos secundarios de los antidepresivos se conocen desde hace décadas. Incluyen suicidio, autolesiones y entumecimiento emocional. Para empeorar las cosas, estas sustancias son altamente adictivas. Las personas que intentan dejar de tomar estos medicamentos a menudo sufren graves síntomas de abstinencia que se atribuyen erróneamente al regreso de la depresión subyacente. Por lo tanto, los psiquiatras desalientan activamente a aquellos que tienen la mala suerte de que se les receten estas destructivas sustancias químicas de interrumpir el tratamiento. Esto lleva a una dependencia de por vida en muchos casos, lo que refuerza aún más la mina de oro de la industria farmacéutica.
“CCHR ha estado exponiendo la naturaleza dañina de los antidepresivos como el Prozac desde 1989”, dice Eastgate. “La teoría del ‘desequilibrio químico’ siempre ha sido nada más que una campaña de marketing sin base científica”.
Ya en 1991, CCHR ayudó a instigar una audiencia del panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos sobre la evidencia de que el Prozac podría inducir un comportamiento violento y suicida. A pesar de la presentación de pruebas claras, los psiquiatras del panel, con conflictos de interés con los fabricantes de antidepresivos, rechazaron la conclusión de que los antidepresivos inducen reacciones adversas violentas.
Sin embargo, el uso generalizado de antidepresivos coincide con el aumento de actos de violencia sin sentido en las escuelas y en la comunidad. Un reportaje de CCHR titulado “Drogas Psiquiátricas: Crean Violencia y Suicidio” detalla más de 30 estudios y más de 60 casos de tiroteos masivos y actos de violencia cometidos por personas que toman medicamentos psicotrópicos recetados o que están dejando de tomarlos.
“La mentira del desequilibrio químico ha sido un obstáculo significativo. Moral y científicamente, los profesionales de la salud mental deberían haber dejado de diagnosticar esto y así se podrían haber evitado en la vida de los consumidores falsas esperanzas y la administración de medicamentos psicotrópicos potencialmente peligrosos”, enfatizó Eastgate.
Como organismo de vigilancia de la salud mental sin fines de lucro, CCHR es responsable de ayudar a promulgar más de 180 leyes que protegen a las personas de prácticas abusivas o coercitivas. Durante mucho tiempo, CCHR ha luchado por restaurar los derechos humanos básicos e inalienables en el campo de la salud mental, incluyendo el consentimiento informado completo respecto a la legitimidad médica del diagnóstico psiquiátrico, los riesgos de los tratamientos psiquiátricos, el derecho a todas las alternativas médicas disponibles y el derecho a rechazar cualquier tratamiento considerado dañino. CCHR fue cofundada en 1969 por la Iglesia de Scientology y el Profesor Emérito de Psiquiatría, Dr. Thomas Szasz.