DE TRAGEDIA NACIONAL A LA RESOLUCIÓN

Cuatro días después del accidente de Germanwings, los manifestantes de CCHR exigieron una respuesta: ¿Estaba el piloto suicida bajo la influencia de drogas psiquiátricas?
Después de la tragedia de Germanwings, CCHR Alemania se movilizó para cambiar la política de aviación y hacer que los psiquiatras rindan cuentas.

El 24 de marzo del 2015, el copiloto del vuelo 9525 de Germanwings que viajaba de Barcelona a Düsseldorf se estrelló intencionalmente en los Alpes franceses, matando a los 150 pasajeros a bordo. Andreas Lubitz estaba bajo la influencia de antidepresivos y un poderoso tranquilizante, Lorazepam, cuando se encerró en la cabina dejando afuera al piloto a cargo y tomando el control del avión para forzar su descenso mortal.

Los investigaciones descubrieron rápidamente que Lubitz tenía una larga historia de tendencias suicidas y depresión que había ocultado a su empleador. Su entrenamiento piloto en el 2008 fue interrumpido debido a un “episodio severo depresivo”, pero su psiquiatra lo dejó continuar. Los registros muestran que después de convertirse en piloto, el visitó a 40 médicos diferentes porque pensaba que se estaba quedando ciego y siguió siendo tratado por depresión, trastorno de ansiedad y ataques de pánico. Antes de la tragedia, Lubitz vio a un psiquiatra en el Hospital de la Universidad de Düsseldorf, donde recibió tratamiento y fue declarado inepto para el trabajo

Pero nada de esto fue conocido en general en los días después del accidente y, mientras que el país se tambaleó con la tragedia y los medios de comunicación recorrieron cada especulación como los motivos del copiloto, CCHR Alemania no perdió tiempo exigiendo la verdadera causa: Lubitz debe ser una víctima de poderosos medicamentos psicotrópicos que tienen como un efecto secundario: La “ideación suicida”.

Solo cuatro días después del accidente, CCHR Alemania y CCHR Austria organizaron una manifestación de protesta en el Congreso de la Asociación Psiquiátrica Europea (EPA) en Vienna, Austria. Hubo una procesión de 400 activistas siguiendo un coche negro llevando un ataúd y el mensaje: “En memoria de las víctimas de la psiquiatría”. Distribuyeron un volante titulado “Huida Suicida después de Drogas Psiquiátricas” que detalla los peligros de las drogas psiquiátricas y exigía que el psiquiatra alemán Wolfgang Gaebel, presidente de la EPA y jefe del hospital psiquiátrico en Düsseldorf donde Lubitz fue tratado, respondiera la pregunta: ¿Lubitz estaba bajo la influencia de drogas psiquiátricas en el momento del accidente?

En el congreso de la EPA, CCHR abrió una exhibición de La Psiquiatría: Una Industria de la Muerte que estuvo abierta para visitas públicas durante 10 días, revelando los hechos impactantes de los peligros de las drogas psiquiátricas.

El activista de CCHR y piloto de líneas aéreas Capitán Roland Priester alertó a la Unión de los Pilotos Alemanes, la Agencia Federal para la Investigación de Accidentes de Vuelo y el Presidente de la Administración de Aviación Federal Alemana sobre los peligrosos efectos secundarios de las drogas psiquiátricas, incluyendo el suicidio.

Inmediatamente después, CCHR Alemania presentó una denuncia penal con el fiscal del estado y la Oficina de Salud y Servicios Humanos de Dusseldorf contra los psiquiatras que trataron a Lubitz, exigiendo que sus licencias fueran revocadas.

Antes de la tragedia, Lubitz vio a un psiquiatra en el Hospital de la Universidad de Düsseldorf, donde recibió tratamiento y fue declarado inepto para el trabajo

El equipo entonces redactó un informe y envió a más de 980 legisladores un Libro Blanco en apoyo a las acciones legislativas que protejan al transporte público de los peligros de la psiquiatría, además de actualizar el código penal para que se acuse a los psiquiatras por el comportamiento negligente que conduce a consecuencias fatales.

Esta respuesta estratégica rápida de CCHR Alemania, resultó en la aprobación de una enmienda a la Ley Alemana de Aviación Civil en junio del 2016. Declara que los pilotos de aviones que trabajan para las compañías aéreas alemanas tienen prohibido guiar u operar un avión bajo la influencia de drogas psicoactivas o alcohol. Las agencias de supervisión de aviación también deben examinar rigurosa y periódicamente a los pilotos de pruebas por estas sustancias para garantizar la seguridad de transporte. La ley también requiere el mantenimiento de una base de datos médica electrónica para evaluar la salud de los pilotos alemanes.


PON FIN AL ABUSO PSIQUIÁTRICO

Como una organización sin fines de lucro para la vigilancia de la salud mental, CCHR depende de afiliaciones y donaciones para llevar a cabo su misión de erradicar las violaciones psiquiátricas de los derechos humanos y limpiar el campo de la salud mental. Para hacerte parte del movimiento más grande del planeta para reformar la salud mental, únete al grupo que ha ayudado a promulgar más de 170 leyes que protegen a los ciudadanos de las prácticas abusivas en el campo de la salud mental.

DESCARGAS